¿Qué hacer con mi vida ahora?

Texto reducido

[ ... ]

De todas formas, nadie se ha quedado indiferente de esta vivencia. Estoy segura de que tu habrás sacado aunque sea un pequeño aprendizaje de la pandemia mundial que aplicarás el resto de tu vida. Yo puedo decirte el mío: 

Nada es permanente.

He leído mucho Osho estos días y su forma de pensar me ha abierto la mente. Habla sobre el bienestar emocional, que es la base para vivir una vida plena. 

Y aquí entra mi gran reflexión de los últimos meses. 

Una vida plena. ¿A qué se refiere? ¿Qué significa tener una vida plena? Quizá una vida de hedonismo, o una vida de ayudar al prójimo, o una vida de abundancia en dinero y salud o una vida feliz en pareja. ¿Queremos todo esto junto...no?

Y es que siento mucha presión por mi parte de llegar a conseguir todo esto y más a una temprana edad. Siento que conseguir el éxito tiene que ser ya, ahora. Antes de los 30. 

Desde niña he tenido ese espíritu emprendedor y creativo buscando formas de ganar dinero y crear cosas. Cuando era pequeña tenía mi negocio de pulseras, hacía visitas guiadas a un planetario que creé en mi habitación, visitas guiadas al zoológico - habitación, creaba un salón de masajes, conciertos de piano, visitas a mi museo, entradas para ver películas caseras que yo misma había grabado y editado (la misma família que pagaba para verla era quien actuaba) y mil cosas más..en definitiva, mi infancia fue una bomba de creatividad. 

Todo esto durante la primaria. En la ESO ya se calmó la cosa pero no dejé de escribir.

[ ... ]

En la ESO es cuando recuerdo que empezó el deseo de querer vivir mi vida deseada, de querer hacer algo grande, de querer dejar huella en este mundo.

Me adentré mucho en el desarrollo personal y empecé mi blog.

Siempre decía: - quiero ir aquí, quiero hacer esto y quiero esto.- Estaba mucho en el futuro. 

En realidad hacía muchas cosas, cada año hacía al menos dos viajes a diferentes países y cada día aprendía a soltarme y a ser más yo. A dejar ver mi esencia. 

Dejar ver mi verdadera esencia al fin, sucedió en segundo de bachillerato. Me dejé llevar por completo, dejé todas las vergüenzas atrás, el qué dirán nunca había tenido tan poca importancia como el curso pasado. 

Dejáme decirte algo…

Fue de mis mejores años del colegio, por no decirte el mejor. Dejé malas amistades y me abrí de nuevo. 

Se suponía que debíamos estar estresados por la selectividad, por escoger carrera, porque teníamos el futuro delante nuestro...pero en el fondo yo sentía mucha paz. 

Respecto al estudio confiaba plenamente en mí y no fue una gran preocupación, las notas nunca habían sido un problema. Era relativamente fácil. 

Veía un futuro brillante para mí (y lo sigo viendo), estaba tan segura de eso que me olvidé de preocuparme y en cambio viví cada día como si fuera el último.

Sentía como si cada día fuera una aventura. Cada día había algo por lo que llorar de la risa y de nostalgia, cada día era una nueva historia.

[ ... ]

Pero más importante aún era la intensidad con la que vivía esas conversaciones, esos pequeños instantes de felicidad.  

[ ... ]

Estaba contenta. Estaba viviendo plenamente. Influía que era el último año y que probablemente no volvería a ver esas personas  (que no fue así porqué acabé en una universidad que es básicamente cole 2.0).

No me malinterpretes. Estoy muy contenta y orgullosa de mi misma por haber entrado en una buena universidad en Barcelona, pero he de decir que este año ha sido duro. Pero me ha gustado porque siento que he crecido mucho como persona. Suena muy cliché, pero es la verdad. 

Y además he empezado varios proyectos estos últimos meses:

• He entrado a una asociación de Marketing de la universidad y he creado la página web (ahora estamos a punto de empezar otro proyecto muy interesante)

• He fundado mi propia asociación con unos amigos, he dirigido nuestro primer evento online y más gente ha querido unirse a nuestra asociación

• He conseguido a mi tercera clienta como freelancer y le he dado el contacto a un desconocido en una cafetería que me dijo que necesitaba diseño web

• He creado mi podcast de entrevistas sobre emprendimiento y desarrollo personal y ya he grabado 5 episodios

En realidad 1ero de carrera y 2020 hasta ahora no ha sido tan malo. 

Todo esto es un breve resumen de lo que ha pasado el último año. Lo que me lleva a la pregunta: 

¿Cómo quiero que sea mi vida?

Tengo una gran dualidad respecto a esta pregunta. Por un lado quiero llegar a ser alguien importante, alguien que salga en la revista FORBES, por ejemplo. Quiero llevar una vida de lujos, de fiestas de alta clase en los hoteles más caros de la ciudad, llevar vestidos elegantes y tener cientos de amigos. Ser la CEO de mi negocio exitoso y poder trabajar desde cualquier lugar del mundo, a la hora que yo quiera.

Pero por otro lado quiero llevar una vida sin estrés, una vida slow sin presiones de cualquier tipo. Una casita en el campo o delante del mar sería lo ideal. Cuidar mi propio huerto, hacer caminatas por horas, ver el amanecer, escuchar música a tope en el coche y bailar  con amigos como si no hubiera un mañana. Disfrutar de las pequeñas cosas. Porque hay mucha magia y riqueza en la sencillez. Gozar de buena salud y de libertad financiera por supuesto. Mantengo las ganas de poder viajar y trabajar cuando quiera. 

Ahora que lo veo, la cuestión es poner ambos estilos de vida en equilibrio. Sé que puedo llegar a ser lo que desee. Sé que puedo llegar a conseguir todo lo que me proponga. Tengo metas altas y la vida no es tan corta. 

La vida no acaba a los 25. Parece que queremos, o al menos yo, tener todo resuelto a esa edad. Pero en realidad, a esa edad es cuando empiezas a sentir la libertad verdadera. 

Mi consejo es que disfrutes los años que te quedan en casa, en la universidad, los años que te quedan como estudiante porque después, nada será lo mismo. 

Puedo compaginar la vida fancy con la vida slow, y tengo mucho tiempo para averiguar qué es lo que me gusta. 

Y para averiguar lo que te gusta tienes que…PROBAR. 

Prueba todo lo que te llame la atención, incluso si es a pequeña escala. 

En el ámbito de trabajo, estoy empezando con mi agencia de marketing digital con negocios de personas que conozco y confían en mí. Me pagan por mi trabajo y yo gano experiencia. No lo hago por currículum porqué yo seré quien los pida. Pero ya empiezo a adentrarme en el mundillo y puedo decidir si me gusta o no. 

Prueba nuevos hobbies, ves a sitios diferentes, haz planes interesantes...El otro día una amiga me dijo: - Vero, últimamente tienes planes muy creativos y diferentes. - Me alegré mucho al oír eso. Me encanta sorprender y crear buenos planes en buena compañía. En la ciudad hay cientos de cosas por hacer y no voy a esperar a que pase algo para vivir mi vida deseada. 

Yo creo mi propia vida.

Soy la protagonista de mi película. Y tu de la tuya.

Este año los planes están un poco limitados por el covid, pero cuando acabe todo esto seré imparable. 

Estos tiempos me estoy centrando en mi, en conocerme, en fortalecerme para todo lo que se viene. Estoy construyendo mis cimientos porque mis 20’s van a llegar con fuerza.

El cambio de década va a ser épico y estoy emocionada por ello. 

Pero de momento, hay que seguir con lo que tenemos aquí y ahora. Cambiar esa actitud y empezar a vivir como quieres vivir. 

Déjame decirte una cosa: tu futuro se forma con lo que hagas en tu día a día. 

Me gustaría acabar con un último consejo, que se te quede grabado:

Si quieres conseguir algo grande, no te rindas hasta lograrlo. Haz cada día babysteps y al final verás como da resultado. Pero recuerda, disfruta del camino y agradece lo que tienes ahora. Es el consejo más importante.

Y en verdad, estoy muy agradecida con mi vida. 💗

Vero